A diferencia de los sistemas convencionales, la tecnología inverter adapta la velocidad del compresor a cada momento, permitiendo consumir tan sólo la energía necesaria. Reduciendo así las oscilaciones de temperatura y un mayor confort y estabilidad ambiental. Se reduce el ruido y el consumo siempre es proporcional.

Ventajas: Mayor rapidez de enfriamiento: Sin inverter en los días de frío un climatizador no calienta la habitación del todo bien. Con tecnología inverter al producir un 60% más de calor que los modelos de velocidad constante calientan rápidamente una habitación incluso en los días más fríos. Uso eficiente de la potencia: Sin inverter el compresor se enciende y se apaga según los cambios de temperatura en la habitación. En otra palabras, la temperatura siempre fluctúa. Con inverter la velocidad del compresor y por tanto la potencia de salida se adapta a la temperatura de la habitación.
Esta regulación eficiente y lineal de la temperatura mantiene siempre un estándar de confort y ambiente agradable en la habitación. Menor consumo de energía: Un climatizador sin función inverter consume aproximadamente el doble de electricidad y con esta diferencia no tardan mucho en llegar las facturas elevadas. Un climatizador con función inverter consume la mitad de energía con el consiguiente ahorro en la factura de electricidad. Existen muchos modelos de aire acondicionado con la función inverter y sólo un experto podrá aconsejarles sobre la mejor opción en cuanto a muchos parámetros como metros cuadrados, estancias a cubrir e incluso opciones decorativas. Acuda siempre al consejo de expertos en aire acondicionado y adquiera calidad y garantía inverter, se sentirá plenamente satisfecho.